Cuando hablamos de las carretillas elevadoras nos referimos a ellas como aquella maquinaria utilizada para levantar y transportar cargas pesadas en una variedad de entornos industriales y de almacenamiento.
Su uso en las tareas de carga y descarga es esencial a la hora de ser eficientes y eficaces ya que posibilitan los procesos de transporte, elevación y almacenaje. Su funcionalidad se consigue gracias a la propulsión de un motor, y es por ello que es fundamental que las herramientas de trabajo, incluyendo la carga, sean los apropiados para el tipo de maquinaria que se esté empleando.
A continuación, les explicaremos el funcionamiento de las carretillas elevadoras.
Las carretillas elevadoras poseen un contrapeso en la parte anterior que, mediante un sistema de balanzas, permite la subida, la bajada y el transporte de distintas cargas, sin importar que sean palés, contenedores u otro tipo de elementos.
En la zona delantera atesora dos horquillas, que se instalan en un soporte que elabora un movimiento vertical sobre el mástil posibilitando el movimiento hacia arriba, hacia abajo, y de izquierda a derecha. Dispone de cuatro válvulas con mandos, que son las que consiguen que sea capaz de realizar los cuatro movimientos anteriormente dichos.
Todo aquel movimiento que produzca la carretilla es gracias a un motor que proporciona energía a la bomba, y este a su vez contribuye la puesta en marcha al sistema óleo-hidráulico que hace que las horquillas se desplacen. Las hay con más o menos distancia entre las mismas para poder adaptarse a los diferentes tipos de carga. A su vez también existen carretillas elevadoras sin horquillas propiamente dichas, ya que algunas disponen de pinzas para poder coger ciertos electrodomésticos. Lo que quiere decir que, el sistema de enganche se consigue adaptar al tipo de elementos que disponga a cargar.
Sin ser lo que acabamos de comentar, aquí van otras tres partes básicas de un equipo de manutención:
- La cabina es aquello dónde se halla el asiento, los pedales, el tablero de instrucciones y los distintos interruptores y desplazadores.
- Llamamos sistema de dirección a el lugar donde se encuentra el volante, el cual nos permite una dirección similar a la de un automóvil. También aquí nos referimos al timón en aquellas carretillas de operario de pie. Actualmente los tipos que hay son: mecánico, eléctrico o hidráulico.
- Otro elemento importante es el sistema de alimentación de energía, el cual puede ser combustible en las carretillas de motor térmico, sin importar de que sea gas, gasoil, gas natural licuado -GNL-, butano, hidrógeno…, o baterías en las carretillas eléctricas.
Desde Carretillas Elevadoras de Canarias ofrecemos una gran variedad de carretillas elevadoras, por eso hemos querido ofrecerle un pequeño análisis de las características y prestaciones que exhiben dichos equipos de manutención.
Transpaletas manuales
Cuando hablamos de una transpaleta manual, nos estamos refiriendo al tipo de carretilla ideal para el uso diario. Simple y sencilla de utilizar para la carga, descarga y picking. Esta máquina es la adecuada para aquellas empresas del sector minorista como pueden ser en entornos públicos.
Una de sus principales características es que no presenta motor, lo que hace que su movimiento necesite la ayuda de la tracción humana. Posee un timón con un mecanismo de elevación muy simple, que posibilita el movimiento de las horquillas para encajar en la parte inferior de los palés. Esta transpaleta soporta un peso máximo de unas 2 toneladas.
Transpaleta eléctrica
Con respecto a las transpaletas manuales, las transpaletas eléctricas disponen de un motor y una batería. Estas transpaletas están especialmente diseñadas para el manejo de materiales en la mayoría de las tiendas y almacenes, e incluso para descargar mercancía de camiones. Gracias a ella, es posible bregar de manera eficiente y seguro, sin la necesidad de renunciar a la comodidad del operario.
Tienen la posibilidad de moverse a la velocidad de la tracción manual o mediante una plataforma en la que una persona se suba y aumente sus prestaciones en las largas distancias.
Apiladores eléctricos
Principalmente, el uso que se le suele dar a los apiladores es en almacenes para operar cargas paletizadas. Son capaces de llegar a los cuatro con veinte metros de altura aproximadamente y favorecen la colocación de productos en las estanterías. Lo normal es que sean usados en espacios de mayor tamaño que las transpaletas eléctricas, en los que se tienen que trasladar mercancías usualmente en distancias largas.
Por otra parte, son utilizados en supermercados, en tiendas de materiales de construcción o en fábricas con espacios de almacenamiento limitado. Actualmente hay distintos tipos de apiladores, teniendo en cuenta dónde va el conductor sentado hay: detrás, a un lado o subido a una plataforma.
Carretillas elevadoras contrapesadas
Estas carretillas son las mejores para una carga pesada. Son capaces de elevarlas hasta siete metros de altura y de soportar entre una y sesenta toneladas. Estamos hablando de una carretilla muy versátil y perfecta para el transporte a líneas de producción, apilamiento, preparación de pedidos y transporte horizontal. La singularidad de esta carretilla está en los mecanismos de enganche, variando el sistema de horquillas habitual.
Carretillas retráctiles
Las carretillas retráctiles son apropiadas tanto para el transporte horizontal (misma función que las contrapesadas) como para el apilamiento en interiores (al igual que los apiladores). Su función es particularmente útil en el apilamiento de palés por su gran alcance y estabilidad. Son capaces de llegar a gran altura, soportando cargas de más de 1.400 kilos en doce metros de altura, por lo que ofrecen una excelente flexibilidad, capacidad de elevación y maniobrabilidad.
En cuanto al mástil, podemos decir que se mueve hacia el interior creando un mejor centro de gravedad, lo que permite alcanzar las alturas y los pesos adecuados. Se puede incluir ordenador de a bordo con cámara de visión. La característica principal es que el conductor va sentado a unos noventa grados, permitiendo una conducción totalmente diferente.
Tractores de arrastre
La función principal de los tractores de arrastre es generalmente el manejo de equipajes, la recogida de pedidos o el transportar cargas pesadas en instalaciones de producción con largas distancias. A menudo brindan altas velocidades de conducción y gran capacidad de tracción.
La finalidad es la de mover mercancía que está colocada en remolques, que entre sí se van uniendo, formando de esta manera un tren de remolques.
Recogepedidos
En este caso, el operario elige y posiciona las mercancías en diferentes tipos de contenedores, ya sean palés, cajones, barriles… Destaca por su facilidad a la hora de manejar y por atesorar una buena capacidad de carga. Actualmente hay diferentes modelos de alturas, encontrándose entre ellas los niveles bajos, medios o altos, los cuales llegarían aproximadamente hasta los doce metros.
También tienes la posibilidad de tenerlo con cabina elevable, dónde el operario tiene la opción de hacer picking con unidades sueltas en altura, es decir, en la propia estantería.
Carretillas para pasillos estrechos
Las llamadas carretillas trilaterales o para pasillos estrechos están pensadas para aquellos pasillos estrechos en almacenes. Se trata de una maquinaria compacta, liviana y flexible. Dispone de una capacidad para moverse dentro de los pasillos a ciento ochenta grados, lo que permite el mover mercancía de un lado a otro sin salir del propio pasillo.
Son capaces de alcanzar los sesenta metros de altura con pesos muy elevados, cerca de las dos toneladas. Únicamente presenta un condicionante, el cual es que el suelo ha de ser completamente plano.
Carretillas automáticas
En este caso nos referimos a las AGV, Automatic Guided Vehicle, una carretilla automatizada que funciona sin conductor. Dicha maquinaria está programada previamente para saber por dónde debe circular y dónde tiene que recoger y dejar su carga.
Para garantizar la seguridad, estos modelos de carretillas hacen un escaneo previo de sus alrededores y localizan toda aquella persona que se interponga por el camino. Gracias a la radiofrecuencia, conocen el plano del almacén permitiéndole moverse sin tropezar ni producir accidentes.